SOMOS
PEREGRINOS
"Presentes
en el mundo, pero sin ser totalmente del mundo". Reflexionando en esta
frase y poniendo nuestra mirada en Jesucristo, podemos descubrir grandes
enseñanzas en el Evangelio de hoy. Estamos en el mundo sí, pero no somos
totalmente del mundo, lo cual nos revela una y otra vez dos certezas
fundamentales que se presentan en nuestra vida.
En
primer lugar, el reconocer que somos peregrinos en este mundo, y que, como
peregrinos tenemos un camino que seguir y un fin o meta a la cual debemos de
llegar; pero no solo es recorrerlo sin ningún sentido, con tristeza o
desesperanza, al contrario, es recorrerlo con la certeza de que vamos bajo la
luz de un Dios, que es Padre, compañero y guía, es recorrerlo con amor,
esperanza y caridad; con amor, para hacer dulces todos aquellos momentos de
dificultad, esperanza para seguir el camino con alegría y caridad, para ayudar
a otros peregrinos que siguen nuestro mismo caminar.
En
segundo lugar, podemos aprender que, en ese camino, hay dos direcciones, las
cuales Jesucristo remarca en el evangelio: "Lo que es del César pagádselo
al César, y lo que es de Dios, a Dios." En la primera dirección, podemos
encontrar todo lo que nos ofrece el mundo de hoy, dinero, fama, poder, pero al
fin de cuentas, y de cara a Dios, notaremos que en ello no encontraremos
plenamente la felicidad.
En
la segunda dirección la cual nos conduce a Dios, encontraremos el bien, el
amor, la verdad, incluso la cruz, pero, aunque suene contradictorio, esa misma
cruz, la cual Jesucristo cargo por amor a cada uno de sus hijos, irá llenando
plenamente nuestro corazón.
Y tú, ¿qué camino
quieres seguir? "Vele
sobre vuestro camino la Virgen María y los ayude a ser signo de confianza y de
esperanza para los hermanos" Papa Francisco.
Jesús
planteó, a partir de la pregunta hecha por los fariseos, una interrogación más
radical y vital para cada uno de nosotros, una interrogación que podemos
hacernos: ¿a quién pertenezco yo? ¿A la familia, a la ciudad, a los amigos, a
la escuela, al trabajo, a la política, al Estado? Sí, claro.
Pero,
antes que nada -nos recuerda Jesús- tú perteneces a Dios. Esta es la
pertenencia fundamental. Es Él quien te ha dado todo lo que eres y tienes. Y
por lo tanto, nuestra vida, día a día, podemos y debemos vivirla en el
reconocimiento de nuestra pertenencia fundamental y en el reconocimiento de
corazón hacia nuestro Padre, que crea a cada uno de nosotros de forma singular,
irrepetible, pero siempre según la imagen de su Hijo amado, Jesús.
(Homilía de S.S. Francisco, 22 de octubre de 2017)
http://www.es.catholic.net/op/articulos/69758/evangelioBoletin.html#
video
No hay comentarios.:
Publicar un comentario