lunes, 21 de julio de 2025

DIÁLOGO SOBRE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ ¿UNA HISTORIA TERMINADA?

 


DIÁLOGO SOBRE LA

"INDEPENDENCIA DEL PERÚ: ¿UNA HISTORIA TERMINADA?"

JOHAN: Se acerca el 28 de julio, Mike. El mes en que todos nos vestimos de rojo y blanco para celebrar la independencia.

MIKE: Sí, la misma rutina de siempre. Desfiles, discursos, y la frase de Don José de San Martín: "El Perú es, desde este momento, libre e independiente". Pero me pregunto, ¿qué tan libres e independientes somos realmente?

JOHAN: Esa es la gran pregunta. A mí siempre me ha parecido que celebramos la hazaña, el punto final, pero nos olvidamos del proceso. De que aquello que sucedió, esa proclamación, en realidad fue solo el primer paso de un camino que aún no termina.

MIKE: Y que quizás ni siquiera terminó como esperábamos. San Martín lo proclamó, sí, pero el poder no cambió de manos tan rápido. Fue un momento de gran esperanza, un grito de libertad que movilizó a muchos, pero la estructura de poder colonial, esa sí que fue difícil de desmantelar. Fue un cambio de bandera, no necesariamente un cambio total de corazón.


JOHAN: Exacto. Y esa esperanza se selló en el campo de batalla. Pensamos en San Martín y Bolívar, pero la historia de la independencia no solo se escribió con decretos, sino con sangre y estrategia en batallas cruciales.

MIKE: La Batalla de Junín, por ejemplo. ¿Te imaginas la audacia? Una batalla sin un solo disparo, solo con sables y lanzas. Un enfrentamiento que se decidió por la valentía de la caballería peruana, los Húsares de Junín. Fue la muestra de que la voluntad de un pueblo, bien organizada, podía vencer al poder más grande de la época.

JOHAN: Y ni qué decir de la Batalla de Ayacucho. El fin del Virreinato. El último aliento del imperio español en el continente. No fue una coincidencia. Fue la culminación de años de lucha, de sacrificios anónimos. Fue el momento en el que el sueño de la independencia se hizo tangible, se grabó en la historia con el acto de la capitulación de Canterac.


MIKE: Y es precisamente ahí donde quiero detenerme, Johan. La historia oficial siempre se centra en los generales, en los grandes líderes. Pero, ¿dónde queda el rol del pueblo? El verdadero motor de la independencia es el pueblo, sus ciudadanos. La gente común que se sumó a las montoneras.

JOHAN: Los campesinos que abandonaron sus tierras, los arrieros que sirvieron como espías, los artesanos que forjaron armas en secreto. Y, por supuesto, las mujeres. Ellas no solo curaban a los heridos, también financiaron ejércitos, como la heroica Ventura Ccalamaqui o Micaela Bastidas. Se convirtieron en estrategas, en mensajeras, en la red invisible que sostenía la resistencia.

MIKE: Figuras como María Parado de Bellido, una mujer que prefirió la muerte antes que traicionar a su gente, a su causa. Ella representa a esa inmensa mayoría de anónimos que no tienen un busto en las plazas, pero sin los cuales no habría habido independencia. Su valentía es la que nos obliga a preguntarnos si la promesa de libertad y justicia por la que ellos lucharon se cumplió.


JOHAN: Y ahí volvemos a nuestro punto de partida, Mike. A la dolorosa realidad del presente. Hoy, 200 años después, ¿dónde está esa libertad? ¿Por qué la corrupción sigue corroyendo nuestras instituciones? ¿Por qué la desigualdad se acentúa cada día, con brechas económicas y sociales que parecen insalvables?

MIKE: Lo que empezó como un ideal de justicia e igualdad se ha visto traicionado una y otra vez. Se han cambiado los opresores, no la opresión. La corrupción y la desigualdad son los nuevos virreyes, silenciosos y despiadados, que nos roban el futuro y nos impiden vivir una verdadera independencia. Es como si el enemigo no hubiera sido derrotado, sino que ahora vive en nuestra propia casa.

JOHAN: Y es ahí donde el desafío de hoy se nos presenta. No es una batalla con sables, sino con ética. No es un grito en una plaza, sino una acción constante de compromiso ciudadano. La verdadera independencia no es una fecha en el calendario, es una lucha diaria.


MIKE: Exacto. Es el llamado a la acción que nos hace la historia. A cada uno de nosotros. A los que nos quejamos de la injusticia, pero no actuamos. La hazaña del 28 de julio no terminó; nos la han legado para que la reformulemos, para que la vivamos. La independencia hoy es sinónimo de honestidad, de fiscalizar al poder, de no aceptar la mediocridad, de ser justos con el compañero, la familia, el vecino.

JOHAN: Es entender que la libertad solo es real cuando todos la tienen. Cuando el niño en la sierra tiene las mismas oportunidades que el de la capital. Cuando la justicia no tiene precio. La herencia de Junín y Ayacucho no es un monumento, es un compromiso ético con el Perú. El Perú aún espera que su independencia termine de concretarse, y esa tarea, Mike, nos corresponde a nosotros. Nos toca a nosotros reavivar ese espíritu y construir esa sociedad honesta que soñaron nuestros antepasados.

MIKE: Recordemos las palabras del pensador peruano José Carlos Mariátegui:

“No queremos calcinar la historia. Queremos crearla.” Entonces, construyamos. Con honestidad. Con crítica. Con amor profundo por este país inmensamente bello y dolido. El Perú nos necesita, no como espectadores, sino como protagonistas de un destino más justo.

 

Y termino con las palabras del actual Papa ROBERT PREVOST – PAPA LEÓN XIV: "Sé que algunos aún me llaman el Papa estadounidense, y está bien, es parte de mi historia, pero, si me preguntan de dónde soy, con el alma en la mano, le respondo:

yo soy del lugar donde aprendí a amar sin condiciones, yo soy del Perú.

(JOHAN y MIKE se miran, asintiendo. La conversación queda en el aire, con un eco de reflexión y desafío).


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