sábado, 15 de febrero de 2025

EL LADO HUMANIZADOR DEL COMPROMISO

 


EL LADO HUMANIZADOR DEL COMPROMISO

 

Mi padre, por la noche, me decía a mis hermanos y a mí: "Mañana temprano vamos a ir a recoger leña para cocinar durante la semana". A veces duraba para el mes porque recogíamos troncos grandes, gruesos y pesados. Arrastrarlos por caminos estrechos era todo un desafío; en algunas oportunidades nos acompañaba un caballo o un burro alquilado. Cortar la leña con el hacha, que debía estar bien afilada, era el mejor ejercicio físico y de concentración, pues la precisión era fundamental. Con la práctica, mejorábamos. Sentíamos una gran satisfacción al ver y tener amontonados muchos troncos de madera cerca de la cocina de barro, listos para usarlos poco a poco.


Según la RAE, depende del contexto:

ü OBLIGACIÓN CONTRAÍDA:

Se refiere a una promesa o acuerdo que una persona asume y que la obliga a hacer algo. Ejemplo: "Tengo un compromiso con mi labor".

ü PALABRA DADA:

Es la promesa de cumplir algo. Ejemplo: "Mi compromiso es ayudarte en lo que necesites".

ü ACUERDO PACTADO ENTRE DISTINTAS PARTES:

Es un convenio entre dos o más partes. Ejemplo: "Hemos llegado a un compromiso con la familia".

ü PROMESA DE MATRIMONIO:

Compromiso formal entre dos personas de casarse. Ejemplo: "Tenemos un compromiso y propondremos una fecha".

ü DIFICULTAD O EMPEÑO:

Se refiere a una situación complicada. Ejemplo: "Estoy en un compromiso".

 

En sencillo, el compromiso solamente es y puede ser humano, de ahí el sentido humanizador. Entonces cuando adquirimos un compromiso estamos humanizando nuestras relaciones personales, familiares y sociales. Pero, tengamos presente lo siguiente: en primer lugar, nadie puede obligar a nadie a cumplir algo que realmente no quiere realizar, y en segundo lugar, quien asume un compromiso debe explicar sus razones si decide aceptarlo o rechazarlo.

El compromiso está estrechamente relacionado con nuestros valores humanos que vivimos en el hogar, la escuela y las relaciones laborales. Por eso, qué importante entender que, si vivimos en un ambiente de dialogo y respeto, muchas cosas pueden aclararse sin recurrir a las amenazas y los juicios, que terminan destruyendo personas y familias.


Hablemos un poco más del tema:


VALORES HUMANOS EN LA BASE DEL COMPROMISO

LA RESPONSABILIDAD.

Yo soy responsable de lo que digo y hago. Es un valor fundamental que nos permite tomar conciencia de lo que asumimos y de las consecuencias de nuestros actos. Ser conscientes de nuestra libertad y obligación con nosotros mismos y con los demás. Ser reflejo y modelo de padre, madre, educador, profesional para los que están a nuestro lado. Esto nos conduce hacia una familia y sociedad más justa y armoniosa.

Un ejemplo valiosísimo sería: La puntualidad, no debes “robar” el tiempo de los demás, el tiempo es algo que jamás se recupera; y el otro ejemplo sería, el hablar con sinceridad, fuera la justificación barata, esto haría la diferencia para con los demás.

 

LA EMPATÍA.

Yo me acepto y te acepto, tal cual soy y tal cual tú eres. Es una habilidad humana importantísima para la vida. Es conectarse con la otra persona desde su perspectiva personal, para entender y comprender su forma de pensar y sentir. Esto fortalece las relaciones humanas haciéndolas más profundas y enriquecedoras. Por supuesto, implica saber escuchar, saber leer el lenguaje no verbal, saber hacer preguntas abiertas, saber ser compasivos, saber comprender y apoyar. Es el valor que, implica ser cercanos y eficaces con nuestras palabras y actos. 

Un ejemplo clave sería: Deja de juzgar a los demás, no eres juez de nadie, mírate a ti mismo antes de hablar; y otro ejemplo sería, no andes diciendo lo “bueno” que eres cuando ayudas a alguien, si apoyas no lo hagas para la foto o la publicidad, hazlo de corazón, eso basta.

 

LA CONFIANZA.

Yo confío en mis habilidades blandas y duras. Todo empieza por mí, pues, si confío en mí, tengo la seguridad que los otros confiarán en mí. Es la base primordial de las relaciones humanas. Confía y aprende a confiar, no puedes cambiar a los demás, cámbiate a ti mismo y serás más feliz. Es ese sentimiento que nos proporciona bienestar emocional, éxito y seguridad de que estamos a salvo con alguien o con algo. De que cumplirá nuestras expectativas y no nos fallará en aquello en lo cual nos hemos comprometido. Si perdemos la confianza por un engaño, la deslealtad o la comunicación ineficaz…, todo queda vulnerable de nuestra vida. Lo que construimos durante años se puede perder por un solo acto negativo, y recuperarlo es bien difícil.

Un ejemplo fabuloso sería: Busca alternativas de solución en vez de criticar todo, amargándote amargas la vida de los demás; y otro ejemplo sería, deja de “mendigar” amor, mira hacia dentro, ahí está la riqueza, en ti está el verdadero amor, trabaja en ello.

 

LA RECIPROCIDAD.

Yo soy agradecido por lo que recibo. Mi frase: Gracias a Dios por todo. Considero que todo es un regado, todo es un aprendizaje para ser mejor en la vida. Es un concepto de acción. Das y recibes. Recibes y das. Todos esperamos lo mejor de los demás, pero, también esperan lo mejor de nosotros.

Hemos escuchado: “Hoy por ti, mañana por mi” “Dar el ciento por uno, ahora, tú da a los demás el ciento por dos…, y sigue la cadena de favores” “Hoy te apoyo para que mañana tú apoyes a alguien” Es lo que llamamos gratitud. Nada más bello en una persona que el ser gratos, el ser agradecidos, el devolver bien por bien. Es uno de los valores personales, familiares y sociales más impactantes para uno y para los demás, pues, promueve la solidaridad y el equilibrio en las relaciones humanas. 

Un ejemplo que cambia vidas, sería: Aprende a sonreír, es uno de los regalos más hermosos que puedes dar y es gratis; y otro ejemplo sería, sé generoso, regala algo con amor y verás que habrá cambiado algo en ti.

 

EL IMPACTO POSITIVO DEL COMPROMISO HUMANIZADOR

Debes comprender que, cuando estás realmente comprometido con tu persona, tu vida, con tus células, tus energías y con tu entusiasmo, con algo o con alguien que te hace sentir bien y fabuloso, suceden milagros en tu vida.

 

Veamos:

A NIVEL INDIVIDUAL:

Yo soy feliz con lo que soy y con lo que hago. Trabajas la inteligencia intrapersonal, donde descubres tus habilidades, fortalezas y potencialidades. Sales de ti para ayudar a los demás. Nadie te contará nada si realmente lo vives. Tendrás una gran satisfacción personal y un mayor sentido en tu vida. Ten presente que, tu compromiso es más especial y elevado cuando ayudas a los demás, porque construyes y das vida, das esperanza y alegras corazones. Potencias tus habilidades de liderazgo, de persona generosa, solidaria y empática. Además, fortaleces tu autoestima y confianza en ti mismo, en tus cualidades, generando un impacto armonioso en los demás, repercutiendo todo esto en tu bienestar físico, espiritual y emocional; y con ello, vives más alegre y positivo, reduciendo el estrés, la angustia, la tristeza y el aislamiento. Por lo tanto, tu salud en general estará mucho más potenciada. Hay que vivirlo para contarlo.

 

A NIVEL INTERPERSONAL:

Yo soy feliz colocando mi granito de arena, para construir una sociedad más humana y sonriente. Trabajas la inteligencia interpersonal y la inteligencia emocional tan fabulosa en nuestras relaciones humanas. Es la “pasión” para apoyar o ayudar a los demás, ojo, no hablamos de dinero, sino de transformar vidas haciendo lo que más nos encanta. Lo que tiene que venir, llegará en el momento que corresponde y está señalado, todo en la vida tiene su momento y su lugar, esa es la magia de vivir el ahora.

Cuando eres auténtico con lo que eres y haces, por supuesto, que crearás relaciones muy genuinas, duraderas y profundas, que transforman la propia vida y la de los demás. Aunque parezca curioso, lo superficial de las relaciones desaparecen, sabes por qué, porque se potencia la confianza, el respeto y la mutua admiración emocional.

Un punto básico de las relaciones interpersonales es la compasión, es decir, comprenderás a los demás, cuando seas capaz de ser eficiente y eficaz, con una ayuda empática y simpática. Simple, hablamos de ser empáticos, sin jamás perder tu dimensión humana, pues, te reflejas en el otro.

Aquí, algo importante, no perdamos de vista el buen trabajo en equipo, que es una fortaleza increíble cuando los cerebros se enfocan en un punto concreto, los logros pueden ser fabulosos, como transformar el entorno, donde luego, puede surgir la colaboración inmediata y el constante apoyo mutuo, fortaleciendo el sentido de pertenencia a un grupo o una comunidad.

 

A NIVEL SOCIAL:

Yo soy quien soy con los demás. Soy partidario de la frase: Somos para los demás, ese es el sentido de la vida. Nadie vive para enclaustrase en sí mismo. La ostra, en algún momento de su existencia, se abre y saca sus tesoros para los demás. Ten presente que, todo lo que decimos y hacemos tiene un impacto trascendente. Es como una vibración que se expande, como la misma energía que constantemente se transforma.

Tus palabras y acciones tienen el poder positivo del cambio en la comunidad, eres capaz de construir nuevos entornos, pues, aspiramos a vivir en una sociedad más justa, solidaria y equitativa, es un anhelo humano bien original. Se trata de humanizar lo humano. Es volver a nuestros orígenes sencillos y de confianza, donde dejas las puertas abiertas y todos respetan todo. Si, es bueno soñar, pues, recordemos que todo en la vida, empezó con un pequeño sueño, alguien lo soñó y lo hizo realidad.

Qué importante esforzarnos por crear una sociedad más libre y democrática, donde tu opinión es escuchada con respeto, donde la participación ciudadana, es como el dialogo en familia, y aunque parezca curioso, un compromiso social nos lleva inevitablemente, a una mejora de la calidad de vida, porque estamos propiciando una cultura de paz y de solidaridad, y por ende, creando un mundo más alegre, armonioso y pacífico.

Esta es una gran verdad: Somos lo que somos porque nosotros lo creamos. Todo empieza por uno no por los demás, pero, con los demás podemos hacer la diferencia.

 

CONCLUSIÓN

Resaltando lo compartido, el compromiso humano es mucho más que una obligación, pues, es la esencia misma de nuestras relaciones. Y ésta se manifiesta con obras concretas: Un abrazo, un apretón de manos, un te aprecio, te valoro, reconozco tus méritos, tu esfuerzo, una sonrisa, una palabra amable.

Cada día vamos creando con los demás, relaciones auténticas y transparentes. La unión, la solidaridad, la empatía crean grupos y comunidades poderosas, que permiten velar por los demás, abriendo caminos que se construyen en la cotidianidad.


Cultivemos un compromiso personal y social realista, en primer lugar, con nosotros mismos, de ser mejores que ayer, y en segundo lugar, un compromiso con los demás, de ser mañana una autentica comunidad que construimos hoy.


Si el compromiso es humano, humanicemos el compromiso, que jamás pierda su dimensión humana.


Te dejo algunas preguntas para tu reflexión:

Ø ¿Crees que debes mejorar hoy? ¿Por qué? ¿Cómo?

Ø ¿Qué valores te impulsan a realizar o aceptar un compromiso? 

Ø ¿Consideras que los valores ayudan a crear un estilo de vida?

 


 

 

 

 


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