El sacramento de la Confirmación perfecciona la
gracia bautismal, y nos da la fortaleza de Dios para ser firmes en la fe y en
el amor a Dios y al prójimo.
Nos da también audacia para cumplir el derecho y
el deber, que tenemos por el bautismo, de ser apóstoles de Jesús, para difundir
la fe y el Evangelio, personalmente o asociados, mediante la palabra y el buen
ejemplo.
¿Qué es la confirmación?
Es el sacramento que perfecciona la gracia
bautismal fortaleciéndonos en la fe y haciéndonos soldados y apóstoles de
Cristo.
¿Cuándo se debe recibir la confirmación?
Se debe recibir la confirmación cuando se ha
llegado al uso de razón, o antes, si hay peligro de muerte.
¿Cómo se debe recibir la confirmación?
Se debe recibir la confirmación en estado de
gracia y con la preparación conveniente.
¿Quién puede confirmar?
Puede confirmar el Obispo, y en algunos casos
especiales los sacerdotes delegados por el obispo
Cristo nos habla sobre
el sentido más grande de la castidad. Hasta la venida de Cristo, la infidelidad
se medía sólo en base a actos. Él, en cambio, nos propone una nueva medida: la
santidad no es sólo "no hacer el mal", sino orientar todo el ser
hacia el bien. Y sólo así se llega a la felicidad auténtica.
Cristo nos invita a un
amor radical. Así como su amor por nosotros fue total, nos ofrece una vida en
la que nos entreguemos sin reservas. Por eso, en este contexto tiene sentido la
castidad del matrimonio cristiano: todo mi ser le pertenece a mi pareja,
incluidas mis intenciones.
Se trata de una
relación prioritaria, porque debe dar el sentido de todas mis otras relaciones
con el mundo: ¿en quién pienso cuando camino por la calle, en el trabajo, en
las horas de descanso?
Amar significa dirigir
todo mi ser hacia otra persona, empezando por la mirada. No sólo una mirada de
"ojos", sino sobre todo la mirada que quiere decir interés por el
otro, de un modo absorbente y exclusivo. Hay que hacer renuncias, pero éstas no
son sino la inversión necesaria para ganar algo mucho más valioso: un amor pleno
Miremos,
hermanos y hermanas, a nuestra Madre, que está en el corazón de Dios. El
misterio de esta joven de Nazaret no nos es extraño. No está "Ella allí y
nosotros aquí". No, estamos comunicados.
En
efecto, Dios dirige su mirada de amor también a cada hombre y a cada mujer,
¡con nombre y apellidos! Su mirada de amor está sobre cada uno de nosotros.
1.-En
el antiguo testamento, los profetas anunciaron que EL ESPÍRITU SANTO REPOSARÍA
SOBRE EL MESÍAS esperado para realizar la misión esperada.
2.-EL
DESCENSO DEL ESPÍRITU SANTO sobre Jesús en su Bautismo, ES SIGNO DE ELECCIÓN
3.-Por
lo tanto, Jesús es el elegido, ÉL ERA EL QUE DEBÍA DE VENIR, el Mesías,
el Hijo de Dios.
JESÚS
PROMETE EL ESPIRITU SANTO
1.-En
repetidas ocasiones CRISTO PROMETIÓ ESTA EFUSIÓN DEL ESPÍRITU SANTO
2.-
Esta promesa se Jesús, se realizó primero el DÍA DE PASCUA (Jn 20,22) y luego,
de manera más manifiesta, EL DÍA DE PENTECOSTÉS.
3.-Llenos
del Espíritu Santo, LOS APÓSTOLES comienzan a proclamar “LAS MARAVILLAS DE
DIOS” (Hch 2,11)
4.-Desde
aquel tiempo, LOS APÓSTOLES, en cumplimiento de la voluntad de Cristo, COMUNICAN
A LOS BAUTIZADOS, EL ESPIRITU SANTO.
5.-Esta
comunicación del DON DEL ESPÍRITU SANTO se da MEDIANTE LA UNCIÓN CON EL SANTO CRISMA Y LA IMPOSICIÓN DE LAS
MANOS, destinado a completar la gracia del bautismo.
"Presentes
en el mundo, pero sin ser totalmente del mundo". Reflexionando en esta
frase y poniendo nuestra mirada en Jesucristo, podemos descubrir grandes
enseñanzas en el Evangelio de hoy. Estamos en el mundo sí, pero no somos
totalmente del mundo, lo cual nos revela una y otra vez dos certezas
fundamentales que se presentan en nuestra vida.
En
primer lugar, el reconocer que somos peregrinos en este mundo, y que, como
peregrinos tenemos un camino que seguir y un fin o meta a la cual debemos de
llegar; pero no solo es recorrerlo sin ningún sentido, con tristeza o
desesperanza, al contrario, es recorrerlo con la certeza de que vamos bajo la
luz de un Dios, que es Padre, compañero y guía, es recorrerlo con amor,
esperanza y caridad; con amor, para hacer dulces todos aquellos momentos de
dificultad, esperanza para seguir el camino con alegría y caridad, para ayudar
a otros peregrinos que siguen nuestro mismo caminar.
En
segundo lugar, podemos aprender que, en ese camino, hay dos direcciones, las
cuales Jesucristo remarca en el evangelio: "Lo que es del César pagádselo
al César, y lo que es de Dios, a Dios." En la primera dirección, podemos
encontrar todo lo que nos ofrece el mundo de hoy, dinero, fama, poder, pero al
fin de cuentas, y de cara a Dios, notaremos que en ello no encontraremos
plenamente la felicidad.
En
la segunda dirección la cual nos conduce a Dios, encontraremos el bien, el
amor, la verdad, incluso la cruz, pero, aunque suene contradictorio, esa misma
cruz, la cual Jesucristo cargo por amor a cada uno de sus hijos, irá llenando
plenamente nuestro corazón.
Y tú, ¿qué camino
quieres seguir? "Vele
sobre vuestro camino la Virgen María y los ayude a ser signo de confianza y de
esperanza para los hermanos" Papa Francisco.
Jesús
planteó, a partir de la pregunta hecha por los fariseos, una interrogación más
radical y vital para cada uno de nosotros, una interrogación que podemos
hacernos: ¿a quién pertenezco yo? ¿A la familia, a la ciudad, a los amigos, a
la escuela, al trabajo, a la política, al Estado? Sí, claro.
Pero,
antes que nada -nos recuerda Jesús- tú perteneces a Dios. Esta es la
pertenencia fundamental. Es Él quien te ha dado todo lo que eres y tienes. Y
por lo tanto, nuestra vida, día a día, podemos y debemos vivirla en el
reconocimiento de nuestra pertenencia fundamental y en el reconocimiento de
corazón hacia nuestro Padre, que crea a cada uno de nosotros de forma singular,
irrepetible, pero siempre según la imagen de su Hijo amado, Jesús.
(Homilía de S.S. Francisco, 22 de octubre de 2017)
Se cree que los más
grandes son aquellos que tiene a los demás bajo su poder, bajo su dominio. En
verdad es todo lo contrario, es el que sirve a los demás el que es más grande.
El verdadero amor implica donación, implica darse por completo al amado. Si
amamos a Dios, amamos a los que nos rodean. Al servir a los demás, servimos a
Dios. Que nuestra vida sea un constante servicio, una constante donación al
prójimo.
El servir implica salir de
uno mismo, que a todos nos cuesta, pues es hacer algo que en sí no queremos. Lo
más natural es dejar que los demás hagan y sirvan. Pero en la entrega es en
donde encontramos la verdadera felicidad.
Rabindranath Tagore, un
poeta filósofo, dijo: "Soñé que la vida era alegría. Me desperté y vi que
la vida era servicio. Serví y comprendí que el servicio era alegría.". Él
pudo entender que en el servicio se encuentra la felicidad, en el darse a uno
mismo a los demás. Nosotros, como católicos, estamos llamados a encontrar esa
felicidad en el servicio a nuestro prójimo. Si la felicidad está en el
servicio, para ser feliz tengo que servir a los demás con amor, nunca servir
por servir.
Jesús camina con decisión
hacia Jerusalén. Sabe bien lo que allí le aguarda y ha hablado ya de ello
muchas veces a sus discípulos. Pero entre el corazón de Jesús y el corazón de
los discípulos hay una distancia, que sólo el Espíritu Santo podrá colmar.
Jesús lo sabe; por esto tiene paciencia con ellos, habla con sinceridad y sobre
todo les precede, camina delante de ellos.
A lo largo del camino, los
discípulos están distraídos por intereses que no son coherentes con la
"dirección" de Jesús, con su voluntad, que es una con la voluntad del
Padre. Así como -hemos escuchado- los dos hermanos Santiago y Juan piensan en
lo hermoso que sería sentarse uno a la derecha y el otro a la izquierda del rey
de Israel.
No miran la realidad.
Creen que ven, pero no ven, que saben, pero no saben, que entienden mejor que
los otros, pero no entienden. […] A través de la intercesión de la Virgen
María, invocamos con fe el Espíritu Santo, para que reduzca toda distancia
entre nuestro corazón y el corazón de Cristo, y toda nuestra vida sea un
servicio a Dios y a los hermanos.
MEDIANTE LOS
SACRAMENTOS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA, el Bautismo, la Confirmación y la
Eucaristía, se ponen los fundamentos de toda vida cristiana.
EL BAUTISMO
El Bautismo es
el fundamento de toda la vida cristiana y la puerta que abre el acceso a otros
sacramentos.
Por el
Bautismo SOMOS LIBERADOS del pecado Y REGENERADOS como hijos de Dios, llegamos
a ser miembros de Cristo.
Somos
INCORPORADOS a la Iglesia y hechos partícipes de su misión. (cf. CIC 1213)
LA EUCARISTÍA
La Eucaristía
ES FUENTE Y CIMA de toda la vida cristiana.
Los demás
sacramentos, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan.
LA SAGRADA
EUCARISTÍA contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo
mismo, nuestra Pascua.
POR LA
CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA nos unimos a la liturgia del cielo y anticipamos la
vida eterna cuando Dios será todo en todos. (cf. CIC 1324 y 1326).
LA
CONFIRMACIÓN
El Sacramento
de la Confirmación nos UNE MÁS ÍNTIMAMENTE a la Iglesia y nos enriquece con una
FORTALEZA especial del Espíritu Santo.
De esta forma,
nos comprometemos mucho más, como auténticos TESTIGOS DE CRISTO, a extender y
defender la fe con nuestras palabras y nuestras obras. (cf. CIC 1285)
El
hombre, las sociedades y las culturas han ido creado conceptos y modos de
entender a Dios a través de la historia de la humanidad.
1.-PRIMERA
CARTA DE SAN PEDRO. “Al contrario, sigan adorando interiormente al Señor, a
Cristo; y siempre estén dispuestos para dar una respuesta acertada al que les
pide cuenta de su esperanza. Pero háganlo con sencillez y diferencia”. (1 Pe
3,15)
2.-LA
HISTORIA HUMANA. En sus múltiples manifestaciones, ha sido una cultura de
creencia en la divinidad (teísmo).
A.EL TEÍSMO Y SU
NEGACIÓN EL ATEÍSMO. Es un fenómeno reciente, propio de nuestro tiempo.
B.EL “SUBJETIVISMO
RELIGIOSO”. Desplazar objetivamente la búsqueda de la trascendencia. Solamente
acepta la experiencia íntima y personal de “lo divino”
C.LA DIVINIDAD EN
LA VIDA INDIVIDUAL Y SOCIAL. Se ha oscurecido y trastocado el concepto de lo
divino en ciertos sectores de la cultura actual, por la influencia del progreso
de la ciencia y la tecnología
3.-FILÓSOFOS
Y HUMANISTAS OPINAN SOBRE EL CONCEPTO DE DIOS.
A.NIETZSCHE. Habla
de la “muerte de Dios”
B.BUBER. Habla del
“eclipse de Dios”
C.HEIDEGGER. Habla
de la “falta de Dios”
D.SASTRE. Habla de
la “nausea de Dios”
4.-LA
CULTURA CRISTIANA. Sigue manifestando la importancia de Dios como ser personal
en la vida de los hombres.
A.LA
AUTOSUFICIENCIA DEL HOMBRE. La nostalgia de lo infinito. Ansias de inmortalidad
y trascendencia
B.SITUACIÓN
CONTRAPUESTA. Entre los “buscadores de Dios”. Y los que lo niegan.
C.ENCÍCLICA
“GAUDIUM ET SPES”. (GS 19) “La razón más alta de la dignidad humana consiste en
la vocación del hombre y la unión con Dios…”