QUÉ HERMOSO ENTENDER LA VIDA DE LA NATURALEZA.
Estas son algunas de
nuestras cosas favoritas de la naturaleza que no son animales:
1. LAS
PLANTAS
La variedad del reino
vegetal es simplemente asombrosa. Lo vemos desde las secuoyas gigantes hasta
las diminutas lentejas de agua, desde las efímeras campanillas hasta las carnívoras Venus atrapamoscas (enlace
en inglés), e incluso en las muchas plantas que cultivamos para alimentarnos.
Muchos de nosotros
amamos tanto las plantas que hemos cultivado selvas en miniatura dentro de
nuestras casas. Las plantas purifican el aire, aportan luminosidad y alegría, e
incluso reducen el estrés. Las hay de todos los colores, tamaños y formas
imaginables y prosperan en los entornos más extremos (hasta en el vierteaguas
de la ventana en la cocina).
Algunas huelen a
muerte, mientras que otras huelen a rosas. Algunas florecen bajo el agua, o
sólo de noche, o una vez cada década. Y lo mejor de todo es que cada año los
científicos catalogan nuevas plantas.
2. CAMBIO
DE ESTACIÓN.
Parte de la belleza
de la naturaleza reside en que siempre está cambiando. Las culturas humanas de
todo el mundo celebran la transformación del invierno (enlace en
inglés) a la primavera, y del verano al otoño.
Incluso los que
vivimos más cerca del ecuador podemos percibir las sutiles señales del cambio
de estación. Sea cual sea nuestra estación favorita, todas ellas ofrecen algo
que disfrutar.
3.
FORMACIONES GEOLÓGICAS
No es de extrañar que
el planeta Tierra tenga unas formaciones terrestres realmente increíbles.
Moldeado por el viento, el agua, los movimientos glaciares y las placas
tectónicas, nuestro planeta crea una impresionante variedad de terrenos.
Seguramente has oído
hablar del Gran Cañón de Arizona, o incluso lo has visitado, pero ¿Qué hay de
la Torre del Diablo, en Wyoming? ¿O la Calzada del Gigante en Irlanda del
Norte? ¿O el Vinicunca, la montaña del arco iris, en Perú? ¿O las Cuevas de
Mármol en Chile? Las maravillas naturales, grandes y pequeñas, se encuentran en
todas partes.
4. VISTAS,
SONIDOS Y OLORES
Disfruta de la
naturaleza a través de tus sentidos. ¿Qué ves, oyes, hueles, sientes e incluso
saboreas cuando disfrutas de la naturaleza? Puede que te guste el gratificante
sonido de una hoja caída al pisarla. O reconocer el olor de la lluvia que se
aproxima después de un período de sequía.
Puedes maravillarte
con los colores de un amanecer o una puesta de sol o, si tienes suerte, con una
aurora boreal. O sentarte en silencio y escuchar el golpeteo de las gotas de
lluvia contra las hojas o el chapoteo de un arroyo sobre las rocas, sonidos que
no sueles escuchar en tu vida cotidiana. Tal vez te levantes temprano para dar
la bienvenida al calor del amanecer después de una noche fría en una tienda de
campaña o contemples el brillo silencioso de la nieve nueva que cubre un campo.
La naturaleza colma nuestros sentidos.
5.
TEXTURAS, FORMAS Y PATRONES
Deja que la
naturaleza sea tu museo de arte. Agradables texturas y patrones nos llaman la
atención y nos hacen sentir una conexión íntima con nuestro planeta.
Tanto si creemos en
un poder superior como si aceptamos el caos del universo, todos sentimos
poderosamente la belleza de la Tierra. Muchos de nosotros encontramos formas de
emular esta belleza natural a través del arte.
Como saben nuestros
seguidores del concurso fotográfico, fotografiar la naturaleza nos permite
reflexionar sobre cómo la experimentamos, qué emociones sentimos y por qué nos
atraen tanto ciertos patrones, colores y formas de nuestro mundo natural.
Estos sentimientos
nos recuerdan que no estamos separados de la naturaleza; de hecho, somos una
parte esencial.
6.
PERSISTENCIA
No subestimes la
persistencia y resiliencia de la naturaleza. Basta con ver lo que puede hacer
una semilla en un lugar perturbado por una fuerte tormenta o por la actividad
humana.
Cuando le damos a la
madre naturaleza la oportunidad de recuperarse —o de ayudarla activamente a
recuperarse— vemos lo rápido que puede volver a comportarse como antes.
Los pueblos indígenas
del mundo llevan mucho tiempo administrando la naturaleza mediante acciones que
activan su capacidad de recuperación. Una de ellas es la quema controlada, que
restaura paisajes que dependían de quemas frecuentes y a pequeña escala. Otra
es la agricultura regenerativa, que devuelve la vida al suelo y beneficia a los
cursos de agua en todo su recorrido hasta los océanos.
Hay muchas otras
formas de restaurar la naturaleza: también podemos plantar árboles donde se
necesitan. Podemos ayudar a que los arrecifes de coral se reproduzcan y se
conviertan en arrecifes fuertes. Y podemos ayudar a eliminar las especies
invasoras que acaban con los ecosistemas nativos y la biodiversidad.
Cf. Tomado: https://www.nature.org/es-us/participa/como-ayudar/cosas-que-nos-gustan-de-la-naturaleza/
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