LOBOS
DISFRAZADOS
Tengan
cuidado de los lobos disfrazados de ovejas. Aunque se puede relacionar con el
sentido religioso, sin embargo, también los tenemos en la política, el deporte
y la vida familiar. Tengan cuidado de ellos, pues por sus obras los conocerán.
Y las obras que pueden hacer, incluye no solamente obras mal hechas y con
presupuestos altísimos, sino que, no corresponden a la realidad.
Lobos
que no les importa enfermar en la calle a muchas familias por falta de
salubridad, limpieza e higiene en el barrio. Capaces de dejar sin el liquido
elemento a muchos hogares por la irresponsable administración de sus
funcionarios. Sin importarles el mínimo control de calidad de los productos que
se expenden para el consumo del público. Que prefieren la oscuridad a un foco
de luz como antorcha que alumbre a todos.
Y
lo peor que, sin importarles el futuro de la niñez porque también los dejan a
la intemperie, cuando no les brindan lo necesario para desarrollar sus
habilidades y capacidades académicas. Teniendo alcance a toda la tecnología
actual, son muchos los estudiantes que dejan de aprender porque justamente no
tienen a la mano dichas herramientas. Que prefieren sumir en la ignorancia a
quienes no son de su agrado, como si la política fuera de gustos y no de
proyectos de desarrollo.
Ni
hablar del tipo de seguridad que reina en la sociedad. Mejor dicho, de la
inseguridad que vive la sociedad, sometida a las amenazas de gente de mal
vivir. Con desprecio por la vida, la familia y la persona. Que creen que
destruyendo los valores que cimentan la vida en sociedad, pueden hacer lo que
les viene en gana. Que no dudan en disparar por algo que no tiene ningún valor
en la vida. Que la persona tiene un valor monetario por, lo tanto, sometido a
la compra y venta, como cualquier mercancía.
Suficiente
de lobos disfrazados. De gente sin ningún control sobre sus propias ambiciones
y egoísmos. De los que se creen amos, patrones y que desprecian el servicio a
los demás. Basta de gente que se creen dueños de los dineros del pueblo. De
personas que jamás deberían asumir responsabilidades. De señores que se creen
reyezuelos y que piensan que todos los demás son sus súbditos, siervos y
esclavos. Basta de lobos disfrazados de ovejas.
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