PUERTA,
PASTOR Y OVEJA
Yo soy la Puerta de las
ovejas… (Juan 10,7-10) Entonces Jesús les dijo
… “Alégrense conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido”.
Yo les digo que de igual modo habrá más alegría en el cielo por un solo pecador
que vuelve a Dios que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de
convertirse». (Lucas 15, 3-7)
“Yo soy”, es la palabra
del Maestro, que hace referencia a su identidad y divinidad, recordando el
mensaje dado a Moisés, “Yo soy te envía” y también lo que más adelante será la
razón de su muerte, ante el Sumo Sacerdote, bajo juramento “dinos si tú eres,
el Mesías, el enviado de Dios”. Solemne declaración de Jesús “Yo soy”
Ante las innumerables
expectativas que se formaron ante la venida del Mesías, el Redentor, el
Ungido…, la menos esperada era que sea Pastor. Los mismos apóstoles tenían en
mente a un rey, un soldado, un guerrero que venía con fuerza y poder para acabar
con la opresión de Israel. Las máximas autoridades judías jamás imaginaron a un
hombre sencillo, humilde, amigo del pueblo y amante de la verdad. Quedaron
totalmente desconcertados con la presencia de Jesús.
Sin embargo, el pueblo
elegido siempre fue pastor, errante, vivían de lo que Dios les daba.
Abandonaron la opresión del pueblo egipcio, guiados por Moisés. Caminaron
muchos años por el desierto. Jamás los abandonó. Era el selecto pueblo de Dios.
Que luego tuvo a David, feliz y confiado detrás de sus ovejas, que
posteriormente fue elegido y ungido Rey. Que es la figura del futuro pastor y
rey en la persona de Jesús.
Juan el Bautista, nos
dice con palabras directas, quien es Jesús “He ahí el cordero de Dios…”.
Resulta que el pastor, es cordero. Y el cordero, es pastor. Que tal forma de
identificarse de Jesús con este animalito tan sencillo, humilde y obediente.
Conoce muy bien la naturaleza y la bondad del rebaño “yo he venido para vida y
vida al mundo”. Y esa vida consiste en rescatar a cada uno que no esté dentro
del rebaño.
Pero, además, es la
puerta. Nadie puede equivocarse al elegirlo a él. Por otro
lado, refuerza su argumento con la frase: Yo soy el camino, la verdad y la
vida. Imposible ignorarlo y decir que, un hombre no puede decir eso, ni
cumplirlo. Para Dios todo es posible. Entonces, este hombre-Dios no puede burlarse
ni llevarnos al error. Porque Él es, el Yo soy….
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