"YO SOY LA LUZ DEL MUNDO..."
I.-SIGNIFICADO DEL ADVIENTO
El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico, empieza
el domingo más próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Son los
cuatro domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.
El término "Adviento" viene del latín “ADVENTUS”, que SIGNIFICA VENIDA, LLEGADA. El color usado en la liturgia de la
Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el Adviento comienza un nuevo año
litúrgico en la Iglesia. El sentido
del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.
II.-TRIPLE FINALIDAD:
1.- RECORDAR EL PASADO: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en
Belén. El Señor ya vino y nació
en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza.
Vino como uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera
venida.
2.- VIVIR EL PRESENTE: Se trata de vivir en el presente de nuestra
vida diaria la "presencia de Jesucristo" en nosotros y, por nosotros,
en el mundo. Vivir siempre
vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.
3.- PREPARAR EL FUTURO: Se trata de prepararnos para la Parusía o
segunda venida de Jesucristo en la "majestad de su gloria". Entonces vendrá como Señor y como Juez
de todas las naciones.
III.-CUIDA TU FE
Esta es una época del año en la que vamos a estar
“bombardeados” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas, vamos a estar
invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que nos olvidemos
del verdadero sentido del Adviento. Esforcémonos
por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.
¡VEN SEÑOR JESÚS, TE ESPERAMOS!
El adviento es el primer periodo del año litúrgico
cristiano, que consiste en un tiempo de preparación para el nacimiento de
Cristo. Los fieles lo consideran
un tiempo de reflexión y de perdón.
Durante el adviento, se coloca en las iglesias y
también en algunos hogares una corona de ramas de pino, llamada corona de
adviento, con cuatro velas, una por cada domingo de adviento.
Hay una pequeña tradición de adviento: a cada
una de esas cuatro velas se le asigna una virtud que hay que mejorar en esa
semana, por ejemplo:
La primera, el amor; la
segunda, la paz; la tercera, la tolerancia y la cuarta, la fe.
EL AMOR Y LA
UNIÓN ES UNA PRÁCTICA IMPRESCINDIBLE.
Damos gracias a Dios por esta nueva oportunidad que
tenemos de profundizar en el conocimiento de su amor. El tiempo que ahora
empezamos es para entender el sentido de nuestra salvación. Este es un tiempo
para escuchar, para parar, para ver, para escuchar y preparar la venida de Dios
hecho niño.
AQUÍ UNA
ORACIÓN:
Señor, danos esa delicadeza y amor, para
descubrir que Tú eres la Luz que ilumina nuestro camino. Nuestro mundo está
necesitado de tu manifestación.
Señor, ¡hay tanta oscuridad! Ayúdanos a ser Contigo
luz en nuestros ambientes, ayúdanos a ser una familia que lleve la luz del
amor, del perdón, del respeto mutuo, del amar las diferencias. Danos ese
corazón generoso que geste la luz de tu presencia.
Adaptado de: http://es.catholic.net/op/articulos/2016
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