EL DEMONIO DE
LA ACEDIA
LA ACEDIA, ES UN PECADO CAPITAL
Según la RAE.
Acedia. Nombre femenino. Pereza. Flojedad. Tristeza. Angustia. Amargura.
¿QUÉ SIGNIFICA LA
ACEDIA?
El sustantivo akedia aparece en el griego tardío, y lo utiliza Cicerón y la versión griega de la Biblia. Se la traduce como tristeza, aflicción.
SIGNIFICADO
EN LA BIBLIA
En la Biblia, la acedia es una aflicción o tristeza que se traduce del sustantivo griego akedia, que significa "falta de cuidado". En los escritos de los primeros cristianos, esta aflicción tiene un matiz de desaliento.
La acedia es considerada un pecado capital y se describe como una tentación peligrosa que puede incitar a desear la muerte. San Tomás de Aquino la define como "Dolor por el bien espiritual". Una pereza y tristeza en el corazón humano cuando reconoce su responsabilidad de ser santo.
La acedia se manifiesta en el taedium, una aversión que puede llegar hasta el asco, y que a menudo se convierte en apatía.
DESDE LA
IGLESIA CATÓLICA. ACEDIA, ES UN PECADO CAPITAL
La acedia es un pecado capital que se define como una tristeza y pereza en el corazón humano. Se considera un precursor del pecado actual de la pereza, pero para los monjes cristianos del siglo IV, la acedia era más que solo apatía o pereza.
En la sociedad actual, la acedia es una noción bipolar
que implica pena, tristeza, pereza, relajación, aflojamiento y aburrimiento.
La acedia se describe como una depresión que reconoce la acción de una fuerza demoníaca que intenta quebrar la resolución espiritual del monje. El Papa Francisco la ha descrito como una tentación muy peligrosa que incita a desear la muerte.
La acedia quiere destruir la alegría sencilla del presente y hacer creer que nada tiene sentido. Por culpa de la acedia, muchos abandonan la vida de bien que habían emprendido.
SIGNIFICADO DESDE LA PSICOLOGÍA
La acedia es un estado del alma que se
caracteriza por una tristeza, angustia, amargura, pereza, relajación,
aflojamiento y aburrimiento.
También se puede definir como un estado de apatía o letargo, en el que no se preocupa por la propia posición o condición en el mundo.
La
acedia puede tener causas como:
ü No reconocer el bien
recibido.
ü Mofarse de que lo
recibido sea realmente un bien.
ü Falta de esperanza.
ü Imposibilidad de
alcanzar el gran amor.
Algunas
consecuencias de la acedia son:
ü Falta de alegría
ü Rechazo consciente de
la alegría
ü Tedio y desprecio por
los bienes espirituales
ü
Tristeza profunda y
desesperada
ü
Depresión del ánimo
ü
Pérdida del gusto por
vivir
PARA COMBATIR LA ACEDIA ESPIRITUAL
ü Evitar poner la fe en piloto automático
ü
Involucrarse activamente en el catolicismo
ü
Buscar crecer constantemente
ü
Mantener un compromiso más pequeño
ü Fijarse metas más al alcance de la mano
ü Resistir y perseverar apoyándose en Jesús
ü Mirar en su interior y custodiar las brasas de la fe
ü La acedia es una debilidad del alma que se presenta cuando no se vive según la naturaleza ni se enfrenta noblemente la tentación.
“Una nota final sobre el demonio de la acedia es que
hará todo lo que esté en su mano para hacernos sentir cómodos. Esto es
especialmente cierto en respecto a nuestra fe católica. Al demonio de la acedia
no le importan los católicos practicantes, pero odia a los santos.
Las personas de rutina no son una amenaza para
Satanás. Las personas que se esfuerzan por mejorar, aprender y cambiar son las
más peligrosas para el reino del mal.
La mejor forma de combatir el demonio de la acedia es
evitar poner nuestra fe en el piloto automático. Necesitamos involucrarnos
activamente en el catolicismo y buscar crecer constantemente.
Sólo
entonces podremos convertirnos en lo que más teme el demonio…un santo, una
santa”
Adaptado de: https://stmaryrockledge.org/los-siete-pecados-principales-la-
acedia/#:~:text=La%20mejor%20forma...
SÍNTOMAS DE LA ACEDIA
Por ello, el abad de Saint-Wandrille
quiso ofrecer cinco síntomas en los que se manifiesta esta
pereza espiritual:
ü Inestabilidad interior, presente en la necesidad de
cambios y movimientos permanentes.
ü Excesiva preocupación por la salud.
ü Aversión hacia el deber de su propio
estado, huyendo de
la realidad cotidiana con proyecciones hacia el futuro.
ü Negligencia o excesos en la observancia de nuestra
vida religiosa.
ü Desánimo general, que puede llegar a una profunda
crisis espiritual donde se ponga en duda nuestra vocación.
REMEDIOS CONTRA LA ACEDIA
Por otro lado, el monje benedictino
ofrece desde su experiencia, pero también desde la del monje Póntico, cinco remedios para vencerla:
ü Llorar: es el reconocimiento de que
necesitamos ser salvados. Las lágrimas nos ayudan a transformar nuestro corazón
de piedra en un corazón de carne.
ü Equilibrio: una vida de oración, trabajo y
descanso.
ü Método antirrético: hacer lo que Cristo hizo en el
desierto. Contestar al mal pensamiento con una frase de la Sagrada Escritura.
Pequeñas frases, sentencias, que cada uno puede usar para contestar a un
pensamiento malo.
ü Meditación de la muerte: recordar a Dios y recordar a
la muerte como el final de este camino y la gloria sin parangón que nos espera,
según lo que dice san Pablo en la carta a los Romanos, después de pasar las
dificultades de la vida presente.
ü Perseverancia: a juicio de Nault, este es el
remedio principal. Es una llamada a aumentar la fidelidad.
Tomado de: https://www.minimepaola.it/event/cinco-remedios-para-la-acedia-espiritual/?lang=es
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