“ESPERA”, EL “ENCUENTRO”
LA INVITACIÓN DE
JESÚS ES:
“El Reino de Dios está en medio de ustedes”. “Hoy se
ha cumplido esta Palabra”. “Tus pecados te son perdonados”. “Padre perdónalos
porque no saben lo que hacen”. A esto llamamos “tiempo de espera”, es decir,
adviento, y esperar siempre lo mejor de la vida y de las personas. En Cristo, nada perdemos, pues, con y en Él
todo es ganancia. Es una invitación. Y como toda invitación. Participas o
no. Esa es tu elección. Así es Jesús, jamás
nos deja indiferentes. Siempre pide una respuesta. Sí o no.
JESÚS,
CONOCE EL CORAZÓN EL HOMBRE:
“No saben lo
que hacen”. ¿Será cierto que, el que hace daño a otros, no sabe lo que hace?
Para el Maestro, está claro, “no saben”. Ese
es el corazón del Padre de Jesús, jamás se deja ganar en generosidad, siempre
va un paso adelante. Él, sí sabe lo que hace lo que hace. Lo dice y lo
hace. Cristo, pide apertura de corazón y
de mente. Se nos muestra como “Yo soy el Camino…” El único camino para
llegar el corazón del Padre.
“MIRAR HACIA DENTRO DE UNO MISMO”:
Y desde dentro hacia fuera, es el adviento. Antes de
“juzgar”, examínate. Abre la mente y el corazón. “Sí, sabes lo que haces”. Hay que tomar conciencia de nuestros
pensamientos, sentimientos, palabras y actos. “Nadie da lo que no tiene”.
El mundo interno, el corazón, es lo más importante y a veces, “pocos lo
sabemos”, “no saben lo que hacen”. El
desafío es, el otro es tu espejo, en él o en ella te ves. En él o en ella te juzgas,
por eso, “No juzgar”.
CUANDO JESÚS, CURA AL PARALÍTICO:
Jesús es la Palabra poderosa del
Padre, Él nos cura… (Sea
del cuerpo, la mente, el corazón, las emociones, las relaciones humanas, la fe,
la confianza, las labores, la pareja, la familia, etc.), lo primero que mira es
el corazón, lo interno, “lo invisible para los ojos, es lo más importante”, y
dice: “tus pecados te son perdonados”. “Sana
lo interno”, lo emocional para luego, concluir: “levántate, toma tu camilla y
vete a tu casa”.
ADVIENTO, TIEMPO DE ESPERA Y DE ENCUENTRO:
“Un niño viene para acompañarnos”, significa: “mírate,
tu mundo interno, sí importa”, escucha la infalible Palabra de Cristo: “tus
pecados te son perdonados”. Libérate de
aquello que te “paraliza” y te impide ser tú. Levántate, toma tus cosas,
levanta la cabeza, sigue adelante. Eso
es vivir. Estar libre de “ataduras”, de rencor, de odio, de venganza, de rencores,
de temores, de miedos. “Yo soy camino, la Verdad…”
CAMBIO RADICAL EN LA VIDA ¨= METANOIA.
Todo cambio, es lo que, desde el punto de vista
bíblico se llama “metanoia”, es decir,
“cambiar radicalmente de rumbo = mente y corazón – pensamientos y acciones”.
Si hemos equivocado el camino, volver a la fuente de la vida.
Perdónate. Perdona. Podemos
equivocarnos, pero, no permanecer en el error, ni en la maldad es la invitación.
“Arrepiéntanse” “enderecen los caminos del Señor” “el tiempo ha llegado”, es la
palabra de Juan el Bautista.
“HOY
SE CUMPLE ESTA PALABRA”.
Tienes el poder del Cristo interno en ti. Jesús, es el
que te dice “tus pecados te son perdonados”, pero, también te anima: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Las
sabias palabras de Cristo, siempre tienen un eco y un retorno positivo en su
corazón. El cambio es personal. Desde lo personal hacia lo colectivo, la
comunidad, la familia. Todo cambio es desde el corazón. “Yo soy el camino, la
verdad y la Vida”.
EL
ENCUENTRO CON CRISTO Y LOS HERMANOS.
Por supuesto, que el perdón es pura
generosidad del Padre Dios, por medio de su Hijo Jesucristo. Cristo es el único camino para llegar al
corazón del Padre Dios, para vivir en “comunión” con los demás y ser testimonio
de vida. Todo encuentro es comunión, es
decir, la unión común de vida, intereses, ideales, proyectos… Necesitamos
para ello, tener una mente y un corazón
capaz de amar y de perdonar, de perdonar para amar y amar desde el perdón.
Así sea.
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