martes, 31 de diciembre de 2024

EL RELAGO DEL AGRADECIMIENTO

 


EL REGALO DEL AGRADECIMIENTO

 

Los caminos de la vida, son muy parecidos a los caminos que recorremos en el día a día. Tienen muchos desvíos e intersecciones. Algunos son largos, otros son cortos. Unos bastante anchos y otros angostos. En algunos casos con buen asfaltado y en otros solamente trocha. A veces de altísimo tráfico y otros menos transitados. Tienen muchas curvas y otros con larga prolongación y fáciles de recorrer. Así es la vida, como nuestros caminos del diario vivir, a veces, con un tránsito pesado, aburrido y lento, y en otros momentos con una facilidad para trasladarse.

 

A veces, encontramos personas que, con su actitud siempre positiva y alegre, hacen la vida súper fácil y te dan una perspectiva distinta y decidida. En otras ocasiones encontramos personas con una actitud insoportable, que cargan muchas energías pesadas y llenas de tristeza, es como si su elección no tiene otras posibilidades para ser mejores. En ambos casos, tenemos la elección de ser positivos y decididos o ser tristes y pocos empáticos.

 

Siempre hay un momento o muchos momentos para hacer un alto, pensar, buscar alternativas, soluciones y reflexionar sobre la vida. Sobre nuestra vida. La propia vida nuestra. Y, sobre todo, comprendemos que, siempre hay motivo o motivos para estar agradecidos por todo lo vivido. Nada más agradable que ser agradecidos por la existencia, la vida, la familia, la salud, las labores, los estudios, los pequeños y los grandes logros. El ser agradecidos es propio de un corazón feliz.  

 

Si hemos dicho que, hay todo tipo de carreteras, también podemos decir que, así como hay muchos tipos de carros los hay muchos tipos de personas. No vamos a hacer un análisis de los tipos de personas o personalidades. Basta con hacer referencia a la variedad de cosas y personas y circunstancias en las cuales nos vemos y movemos. Ser agradecidos es la clave de éxito. Si hacemos una relación de quién o quiénes merecen nuestro agradecimiento, sería larga esa lista. Pues, cuando nos damos cuenta que, gracias a muchas personas hemos logrado ser quiénes somos y gracias a ellos, tenemos lo que tenemos, nada más interesante que el agradecimiento.

 

Comprendemos que todo es regalo. Todo es don. Todo es presente. No sé si realmente lo merecemos. O si realmente lo merezco.  Pero, en esta vida, qué puede ser propio, la vida no, la existencia no, la creación no, el aire no, el sol no, el agua no, la Pachamama no, pues, hasta las cosas que llamamos nuestras son “aportes” de alguien, por ejemplo, “mi” ropa, la oveja mi regaló su lana, un algodón maravilloso para mi bienestar, muchas personas contribuyeron en su confección, la industria textil, el mercado de la oferta y la demanda, el negociante, la tienda, etc., cuántos agradecimientos merecen muchas personas … y ni siquiera las conocemos. Cuánto hemos pagado para tener aquella prenda. Con el alimento de cada día, ni hablar …. Y así sucesivamente con todo aquello de tenemos.

 

Y lo mismo sucede con muchas cosas que llamamos “propias”, lo único que hemos hecho es “pagar” por ello. Y a veces, sin el mínimo conocimiento de su grandeza y poder en su elaboración. Pero, sin embargo, el sol es gratis. El amanecer es gratis. El anochecer es gratis. El aire es gratis. El respirar es gratis. La familia es un don maravilloso gratuito. El amor es un elevadísimo valor espiritual gratuito. La confianza no tiene precio. La libertad es algo invaluable. El conocimiento es ilimitado. La creatividad y la imaginación es un regalo para la humanidad sin precio alguno. Sin embargo, qué poco agradecidos somos. Cuánto menos agradecidos somos, más mezquinos nos volvemos.

 

El ser agradecidos en la vida, tiene efectos positivos en la salud, ya que: 

ü Aumenta el afecto positivo

ü Reduce el estrés y los síntomas depresivos

ü Mejora el apoyo social

ü Ayuda a sentirse más conectado con los demás

ü Libera la hormona oxitocina, que protege el corazón y reduce la presión arterial

 

En fin, es momento de ser más alegres, más agradecidos, más empáticos, más familia, más humanos, más amorosos. Gracias pasado. Gracias presente. Gracias futuro. El primero, ya fue vivido, gracias por la maestría de la enseñanza; el segundo, es hoy, este instante, este presente, este regado; el tercero, en el momento que corresponde ya llegará y punto. Gracias, por esta reflexión vida, existencia y eternidad. Gracias, creador y mente suprema. Gracias, Jesucristo Señor y Dios mío. Gracias papá y gracias mamá. Gracias hermanos. Gracias familia por estar ahi. Gracias humanidad. El merecimiento del agradecimiento.



 

 


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