DIFERENCIANDO
Si hay respeto, verdad, solidaridad, comprensión,
generosidad, responsabilidad, puntualidad, lealtad, amor son comportamientos y
actitudes que hacen de nosotr@s mejores personas y más human@s. Tenemos que
reflexionar que este tipo de comportamiento nos conduce hacia lo bueno y
deseable, y nos impulsa a vivir de acuerdo a una elevada escala de valores morales.
Tod@s somos libres de escoger nuestros valores y
darles la importancia y el orden con nuestra manera de ser y de pensar. “Cuánto
eres, cuánto vales ““Aprender a valorarse y respetarse” “Nadie da lo que no
tiene” “El otro eres tú, tú eres el otro” “Jamás culpes a tu pasado, eres tú el
único que crea las circunstancias” “Las personas te amarán cuando tú aprendas a
hacerlo”
Pero también hay otra contraparte que todos conocemos
y debemos tener presente para diferenciarlo. Es la otra cara de la moneda.
Corresponde a la escala de valores inmorales o antivalores. Una persona inmoral
será aquella que se coloca frente a la tabla de valores en actitud negativa,
para rechazarlos o violarlos.
Es lo que llamamos una “persona sin escrúpulos”,
fría calculadora, irascible, mentirosa, despiadada, vengativa, malvada,
peligrosa, insensible. El camino de los anti-valores es a todas luces
equivocado; porque no solo nos deshumaniza y nos degrada, sino que nos hace
merecedores del desprecio, desconfianza y rechazo.
De Persona, familia y relaciones
humanas. 5°
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