EL REGALO DEL AGRADECIMIENTO
Los
caminos de la vida, son muy parecidos a los caminos que recorremos en el día a día.
Tienen muchos desvíos e intersecciones. Algunos son largos, otros son cortos. Unos
bastante anchos y otros angostos. En algunos casos con buen asfaltado y en
otros solamente trocha. A veces de altísimo tráfico y otros menos transitados. Tienen
muchas curvas y otros con larga prolongación y fáciles de recorrer. Así es la
vida, como nuestros caminos del diario vivir, a veces, con un tránsito pesado,
aburrido y lento, y en otros momentos con una facilidad para trasladarse.
A
veces, encontramos personas que, con su actitud siempre positiva y alegre,
hacen la vida súper fácil y te dan una perspectiva distinta y decidida. En otras
ocasiones encontramos personas con una actitud insoportable, que cargan muchas
energías pesadas y llenas de tristeza, es como si su elección no tiene otras
posibilidades para ser mejores. En ambos casos, tenemos la elección de ser
positivos y decididos o ser tristes y pocos empáticos.
Siempre
hay un momento o muchos momentos para hacer un alto, pensar, buscar alternativas,
soluciones y reflexionar sobre la vida. Sobre nuestra vida. La propia vida
nuestra. Y, sobre todo, comprendemos que, siempre hay motivo o motivos para estar
agradecidos por todo lo vivido. Nada más agradable que ser agradecidos por la
existencia, la vida, la familia, la salud, las labores, los estudios, los
pequeños y los grandes logros. El ser agradecidos es propio de un corazón
feliz.
Si
hemos dicho que, hay todo tipo de carreteras, también podemos decir que, así
como hay muchos tipos de carros los hay muchos tipos de personas. No vamos a
hacer un análisis de los tipos de personas o personalidades. Basta con hacer
referencia a la variedad de cosas y personas y circunstancias en las cuales nos
vemos y movemos. Ser agradecidos es la clave de éxito. Si hacemos una relación
de quién o quiénes merecen nuestro agradecimiento, sería larga esa lista. Pues,
cuando nos damos cuenta que, gracias a muchas personas hemos logrado ser
quiénes somos y gracias a ellos, tenemos lo que tenemos, nada más interesante
que el agradecimiento.
Comprendemos
que todo es regalo. Todo es don. Todo es presente. No sé si realmente lo merecemos.
O si realmente lo merezco. Pero, en esta
vida, qué puede ser propio, la vida no, la existencia no, la creación no, el
aire no, el sol no, el agua no, la Pachamama no, pues, hasta las cosas que
llamamos nuestras son “aportes” de alguien, por ejemplo, “mi” ropa, la oveja mi
regaló su lana, un algodón maravilloso para mi bienestar, muchas personas
contribuyeron en su confección, la industria textil, el mercado de la oferta y
la demanda, el negociante, la tienda, etc., cuántos agradecimientos merecen muchas
personas … y ni siquiera las conocemos. Cuánto hemos pagado para tener aquella
prenda. Con el alimento de cada día, ni hablar …. Y así sucesivamente con todo
aquello de tenemos.
Y
lo mismo sucede con muchas cosas que llamamos “propias”, lo único que hemos
hecho es “pagar” por ello. Y a veces, sin el mínimo conocimiento de su grandeza
y poder en su elaboración. Pero, sin embargo, el sol es gratis. El amanecer es
gratis. El anochecer es gratis. El aire es gratis. El respirar es gratis. La familia
es un don maravilloso gratuito. El amor es un elevadísimo valor espiritual gratuito. La confianza
no tiene precio. La libertad es algo invaluable. El conocimiento es ilimitado. La
creatividad y la imaginación es un regalo para la humanidad sin precio alguno. Sin
embargo, qué poco agradecidos somos. Cuánto menos agradecidos somos, más
mezquinos nos volvemos.
El ser agradecidos en la vida, tiene efectos positivos en la salud, ya
que:
ü Aumenta el afecto positivo
ü Reduce el estrés y los síntomas
depresivos
ü Mejora el apoyo social
ü Ayuda a sentirse más conectado con
los demás
ü Libera la hormona oxitocina, que
protege el corazón y reduce la presión arterial
En
fin, es momento de ser más alegres, más agradecidos, más empáticos, más familia,
más humanos, más amorosos. Gracias pasado. Gracias presente. Gracias futuro. El
primero, ya fue vivido, gracias por la maestría de la enseñanza; el segundo, es
hoy, este instante, este presente, este regado; el tercero, en el momento que
corresponde ya llegará y punto. Gracias, por esta reflexión vida, existencia y
eternidad. Gracias, creador y mente suprema. Gracias, Jesucristo Señor y Dios
mío. Gracias papá y gracias mamá. Gracias hermanos. Gracias familia por estar ahi. Gracias humanidad. El merecimiento
del agradecimiento.