FORMAS DE ACTUAR.
Los seres humanos tenemos
distintas formas de vivir y enfrentar la vida: hay quienes viven el “cada día”
esperando sobrevivir al día siguiente, y hay quienes realizan planes, no se
conforman, planifican lo que desean hacer a corto, mediano y largo plazo, en
función de ello organizan su diario vivir.
Existe en cada un@ de
nosotr@s una realidad ya alcanzada y otra aún por alcanzar, hay una tensión
entre aquello que somos y el deseo de buscar nuevas posibilidades de algo mejor.
Nos dice Friedrich Nietzsche: "Todo lo que se hace por amor, se hace más
allá del bien y del mal".
Frente a esta situación, los seres humanos podemos
actuar de dos maneras diferentes:
EN PRIMER LUGAR
Un gran proverbio oriental nos aclara con la siguiente
frase: "Gobierna
tu casa y sabrás cuánto cuesta la leña y el arroz; cría a tus hijos, y sabrás
cuánto debes a tus padres".
Replegarnos sobre nosotr@s
mism@s y aceptar el presente, asumiéndolo con sumisión y conformidad. La
persona no construye su futuro, se somete al estado de cosas o se deja conducir
sin proyecciones futuras. Aquí están l@s jóvenes y adultos que aceptan las
cosas como inevitables y no quieren ni pueden transformarlo.
EN SEGUNDO LUGAR
Asumir la responsabilidad
de superar de modo constante y sostenible la situación que se vive. La persona
se construye y se conquista cada día poco a poco, se reconoce y se valora como
ser perfectible, en un clima de autenticidad y respeto por su vida y la de l@s
otr@s. La persona asume compromisos y vive dedicad@ a tareas con miras a lograr
sus propósitos. Esto es construir UN PROYECTO DE VIDA. Terminamos con la frase
de José Saramago: ”Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad
que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no
merezcamos existir”.
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